De acuerdo con el Instituto Peruano de Economía (IPE), en febrero de este año, la economía peruana registró un crecimiento anual de 2.85%, su variación positiva más alta desde junio de 2022. “Este efecto estadístico fue mucho más notorio en la producción de algunos sectores como minería e hidrocarburos, que registraron en conjunto un avance de 15.94% durante el segundo mes del año. Ello permitió contrarrestar la debilidad de otras actividades primarias que aún se mantienen afectadas por las secuelas de los choques climáticos registrados a lo largo del 2023 tales como el agro orientado al mercado externo y la pesca industrial”, refiere el IPE.
Por su parte, el PBI no primario, que agrupa a los sectores vinculados a la demanda interna, continuó mostrando señales de recuperación al registrar un crecimiento anual de 2.4% en febrero de 2024. Este mayor dinamismo se ha concentrado en las actividades relacionadas al gasto de inversión (manufactura no primaria y construcción), las cuales exhibieron un avance de 3.5%, ante el impulso favorable brindado por el avance físico de obras públicas en los tres niveles de gobierno a la actividad de construcción.
En lo que resta del año, la economía peruana debería comenzar a exhibir un mayor dinamismo a partir del segundo semestre y, con ello, acumular un crecimiento anual de 2.4% este año. Esta lectura ha sido reforzada por la mejora significativa que registraron en marzo los indicadores de expectativas empresariales que recoge el BCR. “De mantenerse esta tendencia, se podría materializar una mayor recuperación del gasto privado en el resto del 2024”, finalizó el IPE.