Escribe: Milagros Calderón Rodríguez
El padre de familia de iniciales R.E.L.T, que viene siendo víctima de extorsión, razón por la cuál pondremos solo sus iniciales, denunció que su joven hija había sido violada por dos efectivos policiales de la comisaría de Tacalá, en Castilla, y quien viene varios meses luchando para que se haga justicia y se realice la detención de los acusados. Este aseguró que los imputados le han desgraciado la vida a su hija, por lo que espera que la justicia se ponga realmente fuerte y sancione a los responsables. “Estamos realmente pasando un momento tan difícil, espero que la justicia haga lo que tenga que hacer para meter a esta gente en prisión como debe ser, el daño grande que le han hecho a mi hija, yo no quiero que esto no pase a nadie más”, expresó en exclusiva para OVEJANEGRA.
La vida de esta joven, no volverá a hacer la misma. Hoy, camina con temor, horrorizada por aquellos momentos que vivió y que se han quedado tatuados para siempre en su memoria.
Así habrían ocurrido los hechos
Según la denuncia de la afectada, el hecho ocurrió la noche del pasado 20 de junio del presente año. Siendo las 23:45 horas, aproximadamente, la joven de iniciales C.X.L.C, iba en una motocicleta en compañía de su hermano y un amigo, sin saber lo que ocurriría minutos después, al ser intervenidos por un patrullero de la comisaría de Tacalá en el asentamiento humano Almirante Grau, del distrito de Castilla. Los agentes policiales les solicitaron sus documentos, por ser toque de queda. Es entonces, cuando la joven de 28 años les habría mostrado su pase laboral, mientras que a sus acompañantes, que no contaban con los permisos habrían tenido un arreglo con los policías, a fin de no ser lleva dos a la delegación.
La joven víctima manifestó en su declaración que los policías se ofrecieron a llevarla a su vivienda, ubicada en la urbanización El Bosque y que su hermano trató de subir con ella al patrullero, pero que no le permitieron. Por lo que él y su amigo decidieron seguir al vehículo en la motocicleta. Fue entonces, según denuncia la afectada, que los agentes del orden se aprovecharon de ella y dieron rienda suelta a sus más bajos instintos.
La joven también refiere que confió en que la llevarían hacia su casa, y que no se percató del trayecto hasta que se dio cuenta que se encontraba en la rivera del canal Biaggio Arbulú. Es en este lugar, refiere la agraviada, donde ambos agentes, sin el menor remordimiento, abusaron sexualmente de ella, en el interior del vehículo policial.
Tras cometer el ultraje la llevaron hacia su domicilio en donde la esperaban sus familiares, quienes les increparon por el retraso, a lo que los agentes alegaron que habían tenido un percance en el camino y se marcharon.
“Estos individuos han aprovechado la confianza que mi hija ha tenido con ellos, porque nunca pensó que los policías, que están para protegernos de los delincuentes, terminarían siendo los que la ultrajaran, amenazándola en todo momento con matarla ”, expresó el padre de la víctima.
Después de lo sucedido y llena de sentimientos encontrados, la joven víctima acudió a la comisaría de Tacalá a denunciar el hecho. Según indicó, había sido víctima de presunta violación sexual, por parte de dos efectivos policiales identificados como Georg Albert Robles Fernández y Ángel Jesús Chinchay Becerra.
No hay justicia
Sin embargo, hasta el día de hoy, refiere el padre de la víctima, los miembros policiales continúan trabajando, a pesar que hay un documento enviado el 31 de agosto al Jefe de Disciplina de la Policía Nacional del Perú, en el que se solicita «se inicie un procedimiento administrativo sancionador disciplinario, a los denunciados y, posteriormente, se les sancione con la destitución». Pero, hasta la fecha, no hubo respuesta, según confirma el padre de la víctima. «Al contrario, se sabe que los agentes fueron cambiados a la Unidad de Servicios Especiales de Piura», refiere.
Asimismo, en este caso, los familiares de la agraviada denuncian presuntas irregularidades en la investigación para proteger a los efectivos. “Mi hija fue a poner la denuncia. La comisaría identificada como Ana Meza no llamó a la fiscal, más bien la llevó al lugar de los hechos. Luego, le dio cita para el siguiente día”, manifestó el progenitor.
Por su parte, la víctima viene presentando todos los medios probatorios, en los cuales hay un vídeo clave, el cual demuestra su versión.
Policía con antecedentes
Cabe resaltar que, uno de los policías investigados, Georg Albert Robles Fernández, presenta un antecedente que trata de una denuncia por violencia contra la mujer y grupos vulnerables.
Finalmente, el trauma vivido por la joven tardará en borrar las huellas en su vida, pero lo que mas lamentan sus familiares es que, hasta ahora, ambos efectivos policiales no han sido sancionados y sólo piden que la justicia determine la responsabilidad de estos agentes