Es oportuno que existan mecanismos para formalizar a los operadores mineros, pero, ¿es viable que se demoren más de 20 años?
Durante los 21 años que se mantiene en vigencia el proceso de formalización minera, han ocurrido diversos episodios (contaminación, accidentes, muerte de trabajadores, criminalidad, etc.) que nos llevan a preguntarnos de manera permanente si esta es la vía correcta para fomentar el desarrollo responsable de una actividad con alto impacto social, ambiental y económico.
Actualmente existen dos vías para formalizar una actividad minera. La primera o llamada “ordinaria”, exige que se cumplan con los requisitos de ley (permisos de concesión, estudio de impacto ambiental, etc.), para iniciar con las operaciones. Pero también existe una segunda vía o llamada “extraordinaria” que permite realizar el trabajo en la zona donde se encuentre el mineral para posteriormente solicitar al Estado un proceso de formalización.
Es oportuno que existan mecanismos para formalizar a los operadores mineros, pero, ¿es viable que se demoren más de 20 años? Queda claro que esto no representa un aliciente para la formalización. Por el contrario, incentiva a que primero se realicen operaciones (sin ningún tipo de control), teniendo un amparo para realizar minería de manera “informal”.
El Registro Integral de Formalización Minera (REINFO), por ejemplo, permite operar sobre un yacimiento mientras te “formalizas”. Y brinda licencias para que los Fiscales Especializados en Materia Ambiental no puedan abrir ningún tipo de proceso mientras sea parte de este (que es manejado por el Ministerio de Energía y Minas).
Otro problema identificado es que el REINFO no permite ver los avances y detalles de los administrados, salvo su nombre. Eso requiere, sin duda alguna, mayor control y mecanismos de seguridad a nivel informativo y de campo. Llama la atención que el nombre de un solo minero aparezca en dos o más regiones o que al momento de iniciado el proceso de formalización, hayan sido menores de edad.
Debido a las razones expuestas, las autoridades competentes deben estar alertas ante cualquier intento de ampliación del REINFO. Ha quedado claro que esta medida solo facilita el camino a la minería informal a través del ingreso a este registro, brindando “protección” a sus integrantes. El Perú es un país minero de gran tradición, por ello debemos estar vigilantes ante cualquier intento que desee convertir este proceso en permanente. Hagamos que la formalización a través del proceso ordinario sea de beneficio para todos los peruanos.