Según el economista José Luis Tapia Rocha, la expansión descontrolada de la burocracia estatal, extendiéndose más allá de sectores críticos como justicia, seguridad y obras públicas, representa un obstáculo significativo para el desarrollo económico. “Cuando la burocracia crece en áreas que no son esenciales para el funcionamiento del Estado, como regulación excesiva en el ámbito empresarial o intervención en actividades económicas privadas, se genera una asfixia económica que limita la inversión privada y obstaculiza el crecimiento”, explica.
De esta manera, se imponen cargas adicionales a las empresas y emprendedores, dificultando la creación y expansión de negocios. Esto se traduce en una menor inversión privada, pues las empresas enfrentan obstáculos regulatorios y administrativos que frenan su capacidad para operar y crecer eficientemente.
En este contexto, donde el empleo privado se mantiene estancado e incluso disminuye en sectores clave como la agricultura, la pesca y la manufactura, es evidente la urgencia de implementar reformas que promuevan un entorno favorable para la inversión privada y el crecimiento económico.