Juan Luis Cipriani, primer cardenal del Opus Dei y arzobispo de Lima durante dos décadas, admitió este sábado conocer la denuncia en su contra por abuso sexual enviada al Vaticano, aunque precisó que se trata de “documentación reservada que ni siquiera” él tiene en su poder.
En una carta enviada al diario El País, medio de comunicación que reveló por primera vez el testimonio del denunciante, Cipriani indicó que “resulta grave que se publique de manera parcial información”, la cual es de carácter confidencial sobre un caso del cual la Santa Sede le pidió guardar silencio.
“No he cometido ningún delito, ni he abusado sexualmente de nadie, ni en 1983, ni antes, ni después. Se recogen unas acusaciones presentadas (…) en 2018, referentes a unos hechos presuntamente acaecidos en 1983. En agosto de 2018 fui informado de que había llegado una denuncia que no se me entregó″, señaló.

Asimismo, Cipriani confirmó que, en 2019, el Papa Francisco le impuso sanciones como prohibir portar hábitos y símbolos cardenalicios, además de tener “una residencia estable fuera del Perú” y limitarse al silencio, “cosa que he hecho hasta ahora”.
El religioso también mencionó que, al año siguiente, después de una audiencia con el pontífice, se le permitió reanudar sus tareas pastorales.
Finalmente, Cipriani cerró su carta con unas líneas dirigidas al denunciante, ahora de 58 años, quien testificó que los actos fueron cometidos en un centro para estudiantes en Lima, durante el sacramento de la confesión. “Aprovecho esta ocasión para manifestar mi rechazo total a los abusos sexuales a menores y personas vulnerables, y reitero mi compromiso con la lucha de la Iglesia para erradicar esta lacra”, se lee.