La extorsión en el Perú se ha expandido a diversos sectores y ahora afecta gravemente a los colegios privados, que han sido blanco de ataques con explosivos y amenazas directas a sus directores. Ante el peligro, algunas instituciones han postergado el inicio del año escolar, optado por clases virtuales o incluso cerrado sus puertas. Según la Asociación Nacional de Colegios Privados del Perú (Anacopri), más de 450 escuelas han sido extorsionadas en lo que va del 2025, lo que representa un alarmante incremento respecto al año anterior.
Los extorsionadores exigen sumas de entre 100 mil y 200 mil soles mensuales, cantidades imposibles de asumir para colegios cuyos ingresos dependen de pensiones de entre 200 y 300 soles. Como resultado, varios centros educativos han cesado sus operaciones, dejando a miles de alumnos sin clases. Además, las víctimas temen denunciar ante la policía por posibles represalias o filtraciones de información por parte de malos agentes. En este contexto, los extorsionadores han ampliado sus amenazas más allá de los colegios, dirigiéndose también contra los hogares y familiares de directores y promotores.
Ante esta crisis, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Educación han acordado desplegar más de 3,000 policías en los colegios privados y vincular sus cámaras de seguridad con las comisarías para mejorar la vigilancia. Sin embargo, expertos advierten que, de no tomarse medidas más contundentes, los propios alumnos podrían convertirse en las próximas víctimas de este crimen organizado, que se ha normalizado en distintos sectores del país.