Al menos cuatro personas fallecieron el lunes al caer de un avión de Estados Unidos que partió del aeropuerto. En medio de la desesperación por la llegada al poder de los talibanes, los ciudadanos intentaron escapar de Afganistán subiéndose a la aeronave.
Una de las personas que cayó del avión C-17 de Estados Unidos era Fida Mohammad, un dentista de unos 22 años que vivía en la provincia de Kabul.
Su padre, que fue identificado como Payenda Mohammad, indicó que Fida era su primer hijo y que tenía los estudios completos en el colegio y la universidad. Posteriormente, encontró trabajo en un hospital privado.
Payenda Mohammad agregó que su hijo se había casado hace un año y su situación económica no era la mejor. “Debido a que gastó mucho dinero en su boda y se endeudó, siempre se preocupaba por las deudas y buscaba formas de irse al extranjero”.
El día que llegaron los talibanes al poder, Payenda dice que su hijo le comentó que los estadounidenses estaban trasladando a los afganos de la capital hacia Estados Unidos. Luego de 24 horas, Fida salió de su vivienda y sus familiares pensaron que se había ido a trabajar.
Sin embargo, la historia fue otra. Payenda trató comunicarse sin éxito con su hijo durante varias horas. “Era alrededor de la una y media de la tarde cuando sonó el teléfono. Un hombre me dijo que alguien se había caído del avión y que el número estaba en el bolsillo del hombre”, declaró.
El padre de la víctima contó que se dirigió rápidamente a la dirección que le dijeron por teléfono, ya que esperaba encontrarlo con vida. Al llegar a la zona, le comunicaron que su hijo Fida estaba muerto. Esa misma noche, lo enterraron en el distrito de Paghman, su lugar de nacimiento.
Payenda Mohammad pidió a los medios locales que su voz se escuche alrededor del mundo y exige justicia.
Fuente: Diario El Comercio