La plaza Miguel Grau, en la ciudad de Trujillo, ya no es nada de lo que en su momento fue, un espacio vistoso y característico del conocido baipás del óvalo Grau. Este espacio, que tiene como monumento al marino militar Miguel Grau Seminario, se ha convertido en un espacio peligroso, abandonado, y donde algunos malos ciudadanos depositan desperdicios.
OVEJANEGRA pudo constar que dicha plaza luce en mal estado, incluso, hay personas que usan los jardines para pasar la noche. Por su parte, vecinos de la zona refieren que el lugar se ha convertido en un espacio que alberga a drogadictos, motivo por el cual es un lugar peligroso para transitar.
Asimismo, el deterioro de la plaza ha generado que algunas rejillas colocadas en toda la circunferencia de la plaza comiencen a romperse, dejando al descubierto orificios que ponen en peligro a los transeúntes y mascotas que pasean por el lugar.
Finalmente, vecinos que viven en las avenidas América Sur, La Marina y Moche, y la calle Manco Inca, piden a las autoridades competentes, la atención y mantenimiento necesario para recuperar la plaza Miguel Grau.
Un poco de historia
Fue entre los años 2013 y 2014, durante la gestión municipal de César Acuña Peralta, en que esta obra fue mejorada, a fin que existiera el segundo baipás en la ciudad. Es por ello que, junto con la plaza, se convirtieron en un atractivo turístico de Trujillo. Para ello se usó tecnologías en iluminación y juegos de agua para generar espacios llamativos y se implementó el uso de cintas de iluminación LED, invirtiendo así, 48 millones de soles.