Miles de personas salieron el domingo a las calles en Cuba para manifestarse por la situación económica y la falta de libertad, una situación inusual para el país gobernado por el Partido Comunista de Cuba, el único legal, desde la Revolución de 1959 y que trae el recuerdo de la ola de protestas de comienzos de la década de 1990.
Las manifestaciones se dieron en La Habana y San Antonio de los Baños y en otros puntos de Cuba de acuerdo a videos subidos a las redes sociales parecían mostrar otras protestas en un puñado de ciudades y pueblos de la isla.
Un residente que quiso no ser identificado dijo a su vez que los residentes de San Antonio de los Baños habían estado sufriendo cortes de energía durante la semana y que esto había «detonado» el descontento en esa localidad.
Tales protestas son muy inusuales ya que el gobierno no permite ningún tipo de manifestación, y si ocurren son inmediatamente desactivadas. De esta forma, se realizaron numerosos arrestos y la policía disparó gases lacrimógenos para disolver algunas concentraciones.
Preocupantes condiciones económicas
En esta ocasión las personas se quejaron principalmente de los cortes de electricidad, la escasez de alimentos y del manejo de la pandemia de COVID-19 por parte del gobierno, perjudicando a una economía ya muy afectada por las sanciones durante la administración Trump y que depende del turismo, prácticamente desaparecido durante los confinamientos de 2020 para contener al virus.
La caída en el turismo, principal fuente de divisas extranjeras del país, ha llevado también a una baja en las importaciones de bienes esenciales, generando escasez.
En consecuencia, el número de migrantes cubanos intentando llegar a Estados Unidos se encuentra en su número más alto desde 2017.
El rol de la pandemia de COVID-19
Según la Universidad Johns Hopkins, Cuba ha reportado al momento 238.491 casos y 1.537 muertes por COVID-19. Pero los números que preocupan son los más recientes: el domingo se registraron 6.923 contagios y 47 muertos, récord para el país desde el inicio de la pandemia. También los casos acumulados en la última semana son récord.
«En las últimas dos o tres semanas fue más intenso el incremento de casos. Las autoridades confirmaron la variante delta en el interior de Cuba», había dicho José Geraldo Moya Medina, representante de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud en Cuba.
Moya Medina dijo que la situación era peor en ciudades del interior de Cuba y no tanto en La Habana, donde se había comenzado a aplicar la vacuna de desarrollo local Abdala, que contaría con una eficacia del 92%, según las autoridades cubanas. Una segunda vacuna cubana, Soberana 02, contaría con una eficacia de 62%.
Reclamos por mayor libertad
Muchos manifestantes gritaron por la «libertad» y pidieron la dimisión de Díaz-Canel. La policía arrestó a varios manifestantes y utilizó gases lacrimógenos para disolver algunas manifestaciones. También se reportaron choques violentos con manifestantes, que lanzaron rocas y tumbaron un auto de policía.
Desde la Revolución cubana de 1959, que derrocó al dictador Fulgencio Batista, Cuba ha estado gobernada por el Partido Comunista de Cuba y bajo un régimen comunista liderado por décadas por Fidel Castro, quien entregó luego el poder en 2006 a su hermano Raúl Castro.
Alineada con la Unión Soviética en tiempos de la Guerra Fría, vínculo por el cual el país recibía subsidios por un valor de entre US$ 4.000 y US$ 6.000 millones al año, Cuba ha experimentado dificultades económicas en las últimas décadas, en medio de crecientes demandas de reforma y apertura de parte de su población.
La dura respuesta del gobierno
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, aseguró el lunes que las sanciones comerciales de Estados Unidos habían creado miseria económica en la isla y eran responsables de las protestas.
Las palabras de Díaz-Canel, quien sucedió en 2018 a Raúl Castro como presidente, parecían estar referidas al gobierno de Donald Trump, que promulgó algunas de las medidas económicas más duras contra Cuba en décadas, incluyendo sanciones económicas y restricciones de viajes. Hasta ahora, la administración Biden aún no las ha levantado.
Sobre el final del mismo discurso aseguró que «se ha dado la orden de combatir, (…) los revolucionarios necesitan estar en las calles».
Mientras que el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, criticó el lunes al asesor de Seguridad de la Casa Blanca, Jake Sullivan, por emitir una declaración en apoyo de las inusuales protestas cubanas.
«El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca carece de autoridad política y moral para hablar sobre Cuba. Su gobierno ha destinado cientos de millones de dólares para la subversión en nuestro país e impone un bloqueo genocida, principal responsable de carencias económicas”, dijo Rodríguez en un tuit.
Fuente: CNN Español