Johon Janobe Cempertigue Shuña, de 37 años, murió el lunes en circunstancias que, sin bien las autoridades aún investigan, para su familia son bastante claras: unos hombres lo asesinaron a golpes con la finalidad de robarle. Los deudos han señalado incluso a tres sospechosos: un peruano que ya ha sido interrogado y dos venezolanos que por ahora se encuentran como no habidos.
Johon Cempertigue alquilaba un cuarto en el 538 de la calle Chiclayo, en San José, Pacasmayo. Trabajaba en construcción, y era padre de un niño de 9 años y una adolescente de 16. Su muerte ha devastado a los menores.
La última vez
Cempertigue llegó a su habitación (en el segundo piso) alrededor de las once de la noche. Según fuentes locales, hay más cuartos en el predio que son alquilados. En uno vivían los venezolanos, a quienes el trabajador conocía de cerca.
Los testigos aseguran haber visto a Cempertigue no solo con los extranjeros, sino también con un peruano de apellido Espinoza que, supuestamente, era su amigo. Espinoza, según los deudos, se encargó de ‘centrarlo’, pues fue a petición suya que aceptó reunirse y embriagarse con los venezolanos.
Al promediar las tres de la madrugada, Cempertigue salió a comprar más cerveza, y en el camino se cruzó con un tío de nombre Alfredo. Antes de despedirse, Cempertigue le contó a Alfredo que estaba reunido con unos amigos en su cuarto.
Dos horas después, alrededor de las cinco de la madrugada, Alfredo llamó a Cempertigue. Quería saber si se encontraba bien. Pero Cempertigue no contestó. Preocupado, le marcó unas cuatro veces. Y cuando se disponía a hacerlo de nuevo, alguien apagó el celular.
Misterio
Ya por la mañana, Johon Cempertigue fue hallado en el frontis de la casa. Tenía la cara bañada en sangre, al igual que la ropa.
En un inicio se pensó que había caído del segundo piso. Pero luego se descubrió en su habitación un vaso y una botella rotos, claros indicios de que se había producido un altercado. Los deudos así lo creen, por eso exigen la inmediata intervención de Espinoza y los venezolanos.
“Lo han matado para robarle —expresó entre lágrimas la viuda, de nombre Berta Prado Cabanillas—. Esos hombres (los extranjeros) lo han golpeado en la cabeza con la botella y el vaso. Y al huir se han llevado su celular, sus zapatillas, su dinero… También la comida que había comprado”.
Espinoza fue detenido por la policía. Según ha trascendido, ha negado haber estado con Johon Cempertigue aquella noche. No obstante, más de un testigo dice haberlo visto. Por lo pronto lo han dejado en libertad.
Con respecto a los venezolanos, de momento se encuentran en calidad de prófugos. Berta pide a las autoridades que no los dejen burlar a la ley.
Fuente: Diario Satélite