La participación de mujeres en el liderazgo empresarial se ha recuperado desde la pandemia, alcanzando el 43 % en 2023, según el Ministerio de la Producción. Muchas emprenden ante la falta de oportunidades laborales, pero enfrentan desafíos como el acceso al conocimiento y al financiamiento. Lima concentra la mayor cantidad de negocios liderados por mujeres, seguida de Puno, Piura, Cusco y La Libertad.
El acceso a la educación sigue siendo una barrera para muchas mujeres, especialmente en regiones donde deben asumir responsabilidades domésticas o rurales desde jóvenes. Además, aunque las condiciones para acceder a créditos son iguales para ambos géneros, las emprendedoras suelen recibir montos insuficientes para consolidar y hacer crecer sus negocios, lo que las mantiene en la informalidad.
A pesar de los avances, aún queda camino por recorrer para fortalecer el emprendimiento femenino en el Perú, especialmente en sectores como comercio, servicios y manufactura. Para que más mujeres puedan consolidar sus negocios y aportar al desarrollo económico del país, es clave ampliar las oportunidades de capacitación y mejorar el acceso a financiamiento.