Si tendríamos que hablar de uno de los días al que millones de personas en todo el mundo le tienen pavor y no esperan con ansias su llegada ese es, sin duda alguna, el martes 13. Ni siquiera el 31 de octubre, en el que se da la celebración del Halloween o ‘día de las brujas’, genera un un sentimiento de rechazo; por el contrario, mucha gente la considera como una fecha ideal para celebrar – disfraz de por medio – en compañía de sus amigos o familiares.
En varios países del mundo – entre ellos el Perú – se mantiene desde hace siglos una cultura de animadversión hacia el martes 13, un día que los supersticiosos consideran como de ‘mala suerte’ o ‘pésimo augurio’. Sin importar el mes en que toque, esta fecha se caracteriza por su inexplicable mala fama y por el rosario de mitos que giran en torno a ella.
Sin embargo, existen personas que se toman muy en serio todo lo que se dice – sin fundamento científico – sobre esta fecha, e incluso existe una fobia denominada ‘trezidavomartiofobia’, que es el miedo al martes 13. También existe un trastorno llamado ‘triscaidecafobia’, conocido como miedo irracional al número 13.
¿Cuál es el origen de la mala suerte del martes 13?
Diversas fuentes señalan que el número 13 es considerado desde la antigüedad como un símbolo de ‘mala suerte’, sobre todo por los cristianos, pues fueron 13 los asistentes a la última cena de Jesucristo (él y sus 12 apóstoles), con Judas representado en ese número por ser quien traicionó al hijo de Dios, según la tradición cristiana.
Otro de los factores que explicarían la mala fama de este día es que eran 13 los espíritus malignos de la Kabbalah judía y fue en el capítulo 13 del Apocalipsis bíblico donde hizo su aparición el ‘anticristo’.
Además, las leyendas sobre el martes 13 nos conducen también hacia los países escandinavos, donde se explica que Loki, el espíritu del mal, era el decimotercer invitado en una ‘cena de dioses’.
Así como estas, pueden existir otras razones por las que el martes 13 es un día que genera pavor en muchas personas, ya sea por la influencia de una creencia o mito popular o, en el peor de los casos, una experiencia negativa propia. Lo que sí está claro es que al respecto no existe ninguna evidencia o fundamento científico que sustente la idea de que se trate de una fecha en la que todos estarían con el ‘santo de espaldas’.
Fuente: Diario El Comercio