La crisis en Haití encontró un punto máximo este miércoles, con el asesinato a tiros del presidente, Jovenel Moise, de 53 años, en su residencia privada en medio de una creciente ola de violencia política en la empobrecida nación caribeña.
Cómo fue el ataque
El primer ministro interino de Haití, Claude Joseph, confirmó esta mañana que un grupo de “personas no identificadas” atacó la residencia privada de Moïse en el barrio de Pelerin, de la capital haitiana, alrededor de la 1 e hirió de muerte al mandatario. La primera dama de Haití, Martine Moïse, también recibió un disparo y está hospitalizada.
“El presidente fue asesinado en su casa por extranjeros que hablaban inglés y español”, dijo el primer ministro.
Las primeras versiones indican que el comando que lo mató estaba “fuertemente armado” y “le disparó con frialdad”.
Según videos de personas que viven cerca de la zona del crimen, los atacantes decían ser agentes de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés). “Operativo de la DEA. Todos se retiran. Operativo DEA. Todos retrocedan, retírense”, se escucha en los videos de una voz con acento estadounidense.
“Estos eran mercenarios”, dijo un alto funcionario del gobierno haitiano, quien desmintió que se tratara de funcionarios estadounidenses.
Moise mantenía un buen vínculo con la Casa Blanca, tanto con el gobierno anterior de Donald Trump, como con el actual, de Joe Bien.
Joseph condenó el “detestable, inhumano y bárbaro acto” y afirmó que la Policía Nacional de Haití y otras autoridades tenían bajo control la situación en el país caribeño. En ese sentido, advirtió que se podían escuchar disparos en toda la capital después del ataque.
Qué pasó después
Horas después del magnicidio, Joseph anunció la declaración del estado de sitio, tras un Consejo de Ministros extraordinario para actualizar las medidas en un momento que él mismo ha reconocido como “difícil” y en el que confía en poder garantizar la “continuidad” del Estado.
El estado de sitio, que la legislación haitiana plantea en principio para un periodo inicial de 15 días, sitúa a las Fuerzas Armadas como máximas garantes de la seguridad e implica la instauración de tribunales militares.
En este sentido, Joseph instó a todas las partes a unirse a esta misma “batalla” para que “gane” la democracia, en un aparente intento por evitar el vacío de poder que podría generarse tras la ausencia de un jefe de Estado y la falta de renovación del Parlamento.
Además, el aeropuerto internacional de Puerto Príncipe fue cerrado esta mañana después del asesinato y los vuelos fueron cancelados o desviados a estaciones aéreas en terceros países. Por su parte, la República Dominicana ordenó el “cierre inmediato” de frontera con Haití.
La embajada de Estados Unidos dijo en un comunicado que estaría cerrada el miércoles debido a la “actual situación de seguridad”. Más tarde, la Casa Blanca calificó de “horrible” el asesinato del presidente de Haití
Fuente: Diario El Comercio