Redacción OvejaNegra. Después de 11 años, la Corte Interamericana de Derechos Humanos verá el primer caso de violencia y tortura sexual cometido por efectivos policiales y que involucra al Estado Peruano.
Los hechos se remontan al pasado 25 de febrero del 2008. Azul Rojas Marín asegura haber sido víctima de una detención arbitraria por parte de un grupo de serenos y policías de la comisaria de Casa Grande en la provincia de Ascope, región La Libertad. Según Azul, estas personas la tuvieron toda una noche encerrada para luego golpearla y torturarla. Ella refiere que las investigaciones se entramparon y fueron archivadas, quedando sin importancia su denuncia tan solo por su orientación sexual y ser integrante de la comunidad LGTBI.
Luego de una larga lucha contra la justicia de su propio país, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, le ha dado la razón. Es decir, no solo ha acreditado que Rojas Marín fue víctima de violencia física, psicológica y sexual, sino que hubo un especial ensañamiento contra ella por su orientación sexual. Además, se concluye que hubo un «incumplimiento» del Estado, que debió «investigar con la debida diligencia», y recomienda una reparación integral a la víctima.

La audiencia iniciará mañana martes 27 de agosto, en Costa Rica, a las 8 de la mañana (hora peruana) y estará conformada por comisionados internacionales integrantes de la Corte. También estarán presentes las partes peticionarias que defienden a Azul Rojas (Abogados de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, abogados de PROMSEX, y abogados de REDRESS – Londres), así como la defensa del Estado Peruano.
Organizaciones internacionales esperan el fallo de la Corte por tratarse del primer caso a nivel mundial que se evaluará y que involucra a un integrante de la comunidad LGTBI.