Exdirectivos de la compañía Sudamericana de Fibras (SDF) testificaron y documentaron que el principal accionista Juan Rassmuss Echecopar ordenó el desvío de fondos de hasta 7,6 millones de dólares para financiar las campañas presidenciales de Keiko Fujimori en 2011 y 2016.
El fiscal José Domingo Pérez ha determinado que Keiko Fujimori recibió en total 17,3 millones de dólares de origen ilícito, por lo que el dinero que Rassmuss aportó clandestinamente representa casi la mitad del total (43%).
La constructora Odebrecht aportó de sus fondos ilícitos un millón de dólares a la campaña de Keiko Fujimori, más o menos el 5% del total que acopió la aspirante presidencial. Pero el caso de Rassmuss, que es mucho más grave y contundente, no ha concitado ni por asomo la espectacular atención que captó la empresa brasileña.
Rassmuss fue un empresario que recibió importantes beneficios durante el gobierno de Alberto Fujimori, padre de la candidata de Fuerza Popular (compró acciones estatales de Bayer Industrial y se adjudicó el lote petrolero XIII). Incluso uno de los exempleados del hombre de negocios, Alberto Pandolfi Arbulú, dejó la gerencia de una de sus compañías, Metalúrgica Peruana S.A., para ejercer entre otros cargos el de primer ministro. Ejerciendo dicha posición, Pandolfi defendió a Vladimiro Montesinos en el Congreso cuando fue acusado de corrupción.
Cuando fue interrogada en su momento por el fiscal Pérez, Keiko Fujimori jamás mencionó los 7,6 millones de dólares que le dio Juan Rassmuss.
Según las manifestaciones de los exdirectivos de SDF, Rassmuss fraguó supuestos contratos de préstamos entre sus empresas para obtener el dinero que luego dirigiría a las campañas de Keiko Fujimori.
Todo está registrado
Conforme a la documentación que proporcionaron los exdirectivos para sustentar sus afirmaciones, el 2 de marzo del 2010, poco antes de la primera elección presidencial en la que intervino Keiko Fujimori, Juan Rassmuss simuló un préstamo de una de sus más importantes compañías, South American Minerals Inc., por 12,8 millones de dólares, para presuntamente financiar inversiones de su otra empresa, Sudamericana de Fibras (SDF). Rassmuss dispuso que SDF devolviera el dinero en efectivo según sus instrucciones en la sede de la compañía, en el Callao, y fuera entregado a las personas que él o Jaime Yoshiyama Tanaka, su entrañable amigo, designaran. Yoshiyama envió a 9 personas que son parte del círculo personal de Keiko Fujimori, entre ellos su cónyuge, Mark Vito Villanella. Los 9 han sido denunciados por presunto lavado de activos.
La primera entrega se produjo el 22 de setiembre del 2010 y la última el 31 de mayo del 2016, según los registros contables de SDF proporcionados al fiscal. Juan Rassmuss murió el 30 de marzo del 2016; sin embargo, las aportaciones a Keiko Fujimori continuaron dos meses después del fallecimiento del empresario (ver recuadro).Se debe destacar que según los registros SDF,2,6 millones de dólares se dirigieron a la campaña de Keiko Fujimori entre 2010 y 2011, cuando ejercía como congresista y por lo tanto era funcionaria pública, y estaba obligada a rendir cuentas. La candidata presidencial nunca informó de dicho dinero. Testigos como Jorge Yoshiyama Sasaki han declarado que el dinero que aportaba Juan Rassmuss llegó a Keiko Fujimori.
El fiscal Pérez obtuvo copias de las extracciones u órdenes de retiro de dinero que después llegaron a manos de las campañas de Keiko Fujimori, y estos confirmaron que sí eran sus firmas.
Por las declaraciones de los directivos y los documentos de las operaciones financieras, el fiscal Pérez detectó que Juan Rassmuss obtuvo los 7,6 millones de dólares de los fondos de la empresa SDF, mediante tres modalidades: el mencionado préstamo de South American Minerals, unos dividendos de Sudamericana de Fibras y otro préstamo para financiar un supuesto tratamiento médico. Pero el dinero no iba a las cuentas del conglomerado empresarial de Juan Rassmuss Echecopar sino a las manos de los 9 receptadores que a su vez entregaban los fondos de Keiko Fujimori.
Así lo confirmó el exgerente general, accionista, sobrino y brazo derecho de Juan Rassmuss, Enrique Gubbins Bovet:
“El señor Juan Rassmuss hizo un préstamo a la empresa Sudamericana de Fibras en el 2010 (…), y solicitó que (las devoluciones) se las entregáramos en efectivo a las personas que el señor Jaime Yoshiyama nos indicara. El dinero salió de Sudamericana de Fibras como devolución de un préstamo. (…) Una parte de los montos entregados entre el 9 de febrero y el 16 de marzo del 2016 son préstamos que el señor Juan Rassmuss solicitó a Sudamericana de Fibras. (…) Y las entregas del 12 y 13 de mayo del 2016 fueron dividendos de Sudamericana de Fibras que el señor Rassmuss solicitó sean entregados a quien el señor Jaime Yoshiyama designe”.
De acuerdo con los documentos, el exgerente general de SDF, Leandro Mariátegui Cáceres, por disposiciones de Enrique Gubbins, autorizó las extracciones o retiros de la cuenta de la empresa SDF en el Scotiabank, de donde salieron los activos que luego se suministrarían a los enviados de Keiko Fujimori. El dinero lo despachaba el banco mediante vehículos de transportes Hermes hacia el local de la compañía en el Callao, donde se guardaba el dinero en una caja fuerte hasta que apareciera Jaime Yoshiyama o alguno de los integrantes del círculo de Keiko Fujimori. Juan Rassmuss firmaba la recepción del dinero como si se tratara de la devolución del préstamo que le hizo South American Minerals a Sudamericana de Fibras.
Fuente: Diario La República