Investigación de ONCE.pe / Aníbal Igunza
El adiós al fútbol de Jefferson Farfán. La rodilla izquierda se volvió a resentir. Una tomografía reveló el desprendimiento de cartílago en una zona distinta a la operada en 2019. ONCE tuvo acceso al inapelable diagnóstico: el delantero no podrá volver a la alta competencia.
Parte del viaje es el final. No sabes cuándo puede llegar, pero va a llegar. Jefferson Farfán acaba de llegar a ese punto inevitable. Y el inicio de esta crónica es directo: Jefferson Farfán no jugará más al fútbol profesional. No se retira por decisión propia, por problemas personales, o por aburrimiento. El delantero deja la actividad profesional porque está obligado a hacerlo porque su rodilla izquierda ya no lo puede acompañar en las canchas. Su retorno a Alianza Lima suman 6 partidos, poco más de 300 minutos y un gol tras 17 años en el extranjero. Y ya no habrá más. Es triste. Pero la verdad no tiene remedio.
Una nueva lesión pone fin a la carrera de Farfán.
Tras jugar 90 minutos contra Alianza Atlético de Sullana, Jefferson Farfán entrenó con normalidad y cuando se pensaba que volvería a dosificar sus minutos en el torneo, salió de arranque contra Sport Boys. El atacante lo pidió, el comando técnico de Alianza Lima aceptó y se lanzó a jugar. Sin embargo, en una jugada, uno de los futbolistas rosados lo trabó duro en el tobillo de la pierna izquierda. La jugada no revestía mayor peligro, pero el jugador le dijo a su entorno que, en ese momento, se alarmó cuando su rodilla giró bruscamente. Al momento de la infracción, Farfán sintió el mismo dolor y la misma sensación de aquel 22 de junio del 2019 cuando, jugando para la selección peruana en la derrota 5-0 con Brasil por la Copa América, el futbolista sufrió el desprendimiento del cartílago en su rodilla izquierda. Continuó jugando y recién al amanecer siguiente vio con horror la terrible hinchazón en la rodilla. Debió abandonar la concentración y días después fue operado en Barcelona por el famoso traumatólogo Ramón Cugat.
Farfán luego de su operación en Barcelona.
Esta vez, lo que sucedió luego del partido contra Boys fue lo mismo, la rodilla izquierda de Farfán se hinchó sobremanera y el dolor era insoportable. El jugador no contuvo el llanto junto a su familia, pero no serían las únicas lágrimas. El delantero se ausentó de los entrenamientos de Alianza y empezó su calvario.
La parte médica del club blanquiazul vaticinaba lo peor cuando lo revisaron. Pero Farfán solicitó al cuerpo médico de Alianza Lima que le aplicaran una inyección de colágeno a la rodilla afectada pero tal medicamento no surtió el efecto esperado. Luego tuvo que pasar por el departamento médico de la selección peruana. Cuenta el entorno de Jefferson Farfán que el futbolista habló poco, comió menos y vivió las horas más difíciles mientras esperaba los resultados de una exhaustiva resonancia magnética.
Luego de jugar seis partidos con Alianza Lima abandonará el fútbol.
El diagnóstico fue categótico y fatal: se le había desprendido otra zona del cartílago en la rodilla izquierda. Un sector distinto al operado en el 2019. El médico que revisó la resonancia le dio el anuncio más triste: su carrera profesional llegaba al final con esas imágenes. En la soledad de su habitación realizó varias llamadas a sus amigos más cercanos para contarles su drama como una manera de mitigar su dolor. Luego, empezó a pensar en qué hacer.
En un primer momento, el delantero pensó en operarse nuevamente en la clínica catalana del doctor Ramón Cugat. La recuperación, aquella primera vez, demoró más de seis meses pero esta vez será distinto. Al jugador le anticiparon que podrían intervenirlo sin problema pero su rehabilitación servirá solo para que lleve una vida normal sin opción para la alta competencia. No más fútbol, camisetas ni chimpunes. Desobedecer esto significaría exponerse a una lesión mucho más grave que podría llegar a afectarlo hasta en sus desplazamientos naturales. Esta misma explicación se la alcanzó un especialista en traumatología de Estados Unidos, acostumbrado a tratar a jugadores de la NBA.
Jefferson Farfán ya presentaba molestias en su rodilla izquierda en los entrenamientos previos a la primera fecha doble de las eliminatorias, en octubre del 2020. En el informe del 5 de octubre pasado, ONCE reveló que el jugador no estaba en las mejores condiciones para un partido de alta competencia pero luego se mostró recuperado y pidió jugar ante Paraguay y Brasil.
Tras esos partidos el delantero volvió a sentir dolor en la zona e inmediatamente paró. En noviembre se sometió a una limpieza del cartílago operado un año antes y además fue inyectado con un medicamento que fortalece la zona. Toda esta cirugía estuvo a cargo del experimentado doctor Julio Segura García, médico de la selección. Farfán lo hizo, además, para empezar el 2021 en su mejor forma física.
Tras la limpieza de cartílago, el doctor Segura le hizo saber que si forzaba su participación en la alta competencia podría darse otro desprendimiento. Farfán sea por sus ganas de jugar, su hinchaje por Alianza o el deseo de no postergar el retiro, tomó la decisión de seguir y estampó su firma para jugar en Alianza Lima.
Por el lado de la selección peruana, Jefferson Farfán ya ha recibido llamadas de apoyo y solidaridad como las del entrenador Ricardo Gareca y sus asistentes. Además, compañeros y amigos como Paolo Guerrero, Pedro Gallese y André Carrillo le expresaron su sentir en este duro momento para el jugador que dejará el fútbol profesional luego de 20 años de exitosa carrera. En la ‘blanquirroja’, el delantero estuvo en tres torneos de divisiones menores, cinco eliminatorias, cuatro Copas América y un Mundial, el de Rusia 2018. A nivel de clubes totalizó 187 goles en 577 partidos y se puso las camisetas de Alianza Lima, en dos ocasiones, PSV, Schalke 04, Al Jazira y Lokomotiv de Moscú. En cuanto a títulos consiguió 19, siendo el PSV holandés el equipo donde sumó más preseas: seis en total.
Por ahora se desconoce el tiempo que se tomará el jugador para anunciar él su retiro. Lo que se pudo conocer es que Alianza y Farfán negociarán una disolución del contrato que fija un salario de 70 mil dólares mensuales. El club le brindará las instalaciones y todo el apoyo logístico que requiera para hacer su recuperación.