Las extorsiones y robos se duplican en el país, mientras que los pequeños empresarios lidian con pérdidas directas e indirectas, además de la desconfianza para invertir.
La inseguridad ciudadana en Perú está asfixiando al sector económico, especialmente a las micro y pequeñas empresas (mypes). Según reportó Mónica Muñoz-Nájar, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), las extorsiones se han duplicado en los últimos diez años y los robos han aumentado considerablemente a nivel nacional, situando a Perú en el puesto 10 de 35 países en América Latina en cuanto a crimen organizado.
Para la economista, esto no solo genera pérdidas directas que afectan el desarrollo económico del país. “Cuando un negocio sufre un robo, se generan costos indirectos como la inversión en rejas, cámaras y alarmas», explicó. Estos gastos adicionales han incrementado en promedio un 25%, especialmente en los distritos más afectados por la criminalidad.
Sumado a esto, Muñoz-Nájar señala que la inseguridad también genera desconfianza empresarial. “La inversión privada ha crecido, sobre todo, por la inversión minera (…) la confianza empresarial ha mejorado, pero estamos en un rango neutral, no terminamos de estar optimistas porque se percibe mucha inseguridad ciudadana, afectando directamente al crecimiento», expresó.
Frente a esto, la experta considera que no hay un sentido de urgencia por parte del Estado, pues el presupuesto de orden interno (seguridad) disminuye 4% para el próximo año. “Es importante que las autoridades pongan su esfuerzo (…) y atender este problema de manera eficiente”, finalizó.