Este crecimiento se explica por un aumento en el consumo privado y la inversión pública, con un alza del 2,3 % en el consumo final privado y un incremento del 5,4 % en el gasto del gobierno, especialmente en sectores como la Administración Pública, Defensa, Educación y Salud. Además, la inversión bruta fija aumentó un 3,4 %, reflejando el dinamismo en la construcción y la adquisición de maquinaria y equipo.
Sectores como la agricultura y la pesca mostraron fuertes crecimientos, con un 8 % y un notable 183,6 %, respectivamente, mientras que la manufactura registró un alza del 10,1 %. No obstante, la inversión privada y las exportaciones disminuyeron, y la actividad de servicios financieros, seguros y pensiones continuó en caída, con una reducción del 1,0 % en el segundo trimestre.
A pesar del crecimiento en varias áreas productivas, el descenso en la inversión privada y las exportaciones, junto con la caída en sectores clave como la extracción de minerales y servicios financieros, indican desafíos persistentes para la economía peruana en un contexto de recuperación.