La noche del 17 de setiembre se produjo el último eclipse lunar del año, y para algunas personas, la creencia de que este evento celestial puede influir en sus emociones es muy alta. ¿Qué tan cierto es esto?
El Dr. Víctor Rodríguez Reyes, médico cirujano y docente de la Escuela de Medicina de la Universidad César Vallejo (UCV), campus Trujillo, nos brindó un panorama científico, en el cual nos explica que la relación entre los eclipses y el estado anímico de la persona es fruto de la sugestión colectiva.
“Los seres humanos solemos dejarnos fascinar por los eventos astronómicos, y eso predispone nuestro sistema límbico (la parte del cerebro que regula las emociones) a experimentar sensaciones que asociamos con cambios de humor, tanto positivos como negativos”, indicó el especialista de la UCV.
También mencionó que mirar un eclipse genera un incremento en los niveles de adrenalina, acelera el ritmo cardiaco, provoca escalofríos e incluso, en algunas personas, náuseas. Los síntomas ocasionados no son consecuencia directa del eclipse, sino del modo en que cada persona lo percibe. “La drástica alteración en la luz genera un impacto emocional que varía según la interpretación individual del fenómeno celestial”, acotó.
“Aunque no existen estudios científicos que validen una conexión directa entre los eclipses y nuestro bienestar emocional, lo cierto es que muchas personas encuentran en la astrología, el tarot o la energía cósmica una oportunidad para replantearse etapas de su vida, aceptando y enfrentando sus propios cambios internos con mayor claridad y resiliencia”, mencionó el Dr. Rodríguez Reyes.
Para quienes suelen sentirse sugestionados durante los eclipses lunares, es fundamental evitar la exposición prolongada al fenómeno y mantener una respiración controlada para reducir los picos de adrenalina y la aceleración del ritmo cardíaco. Además, puedes realizar actividades relajantes como la meditación o la lectura para calmar la mente durante el evento.
Eclipse lunar
Un eclipse lunar ocurre cuando la Tierra se coloca entre el Sol y la Luna, proyectando su sombra sobre esta última. Esto provoca que la Luna se oscurezca parcial o totalmente. Durante el evento, la Luna puede verse de un color rojizo debido a la dispersión de la luz solar.
Vale recordar que, en Perú, este fenómeno fue visible entre las 7:41 p.m. y las 10:15 p.m.