Cumpliendo funciones, haciendo prevalecer la autoridad y el derecho de los vecinos a la tranquilidad, personal de la Municipalidad Provincial de Trujillo en operativos conjuntos e inopinados con la Subprefectura y la PNP intervinieron a locales de diversión infraccionando a los transgresores de las normas.
Esta vez los locales intervenidos el fin de semana fueron: El Sótano La Ponceña, Marbella, Suburbio 13 y El Edén. La mayoría tenían quejas de los vecinos por el alto volumen, verificando si contaban con licencia de funcionamiento y autorización para eventos públicos no deportivos e instalaciones sanitarias y eléctricas, entre otros.
Melina Ramírez, subgerente de Licencias y Comercialización indicó que estos operativos se realizan por disposición del alcalde Arturo Fernández para ordenar la ciudad y dar tranquilidad a los vecinos.
En El Sótano, en la cuadra 4 del jirón Junín, en el centro histórico de Trujillo, la intervención fue por quejas de los vecinos. Al momento de la intervención cerraron la puerta, impidiendo el ingreso de los fiscalizadores y obstaculizando su labor.
En Suburbio 13, situado en jr. Junín, en el centro histórico, se sancionó al carecer de la debida documentación, incluso por obstruir la labor de fiscalización. En el sótano del recinto se halló envoltorios que supuestamente habían contenido droga.
En el restaurant-cevichería La Ponceña, de urb. Aranjuez -con participación del Servicio de Gestión Ambiental de Trujillo-, se levantó un acta por generar ruidos molestos (G-153) y desarrollar actividades de cantina y bar (B-310), distintas a la autorización que tenían. En la discoteca Marbella, de av. América oeste, los decibeles excedían el nivel permitido (G-135).
En estos establecimientos se suspendieron los eventos por 48 horas y los asistentes tuvieron que abandonar los locales.
En El Edén, ubicado en prolongación César Vallejo, cuadra 27, se aplicó la sanción B-384, por anunciar y/o realizar espectáculo público no deportivo sin contar con la autorización correspondiente.
Hemos encontrado que se estaba realizando un espectáculo no deportivo y no tenían autorización por lo que se procedió a infraccionar al establecimiento. El administrador manifestó que alquiló el local para que organicen una actividad privada, sin embargo, no acreditaron la autorización correspondiente.
La funcionaria indicó que cuando se alquila un local privado para una actividad pública es necesario acudir a las oficinas de Licencias y Comercialización de la MPT y solicitar autorización para evento público no deportivo, acreditando al promotor para proceder a evaluar las condiciones de seguridad del local. Invocó a los administradores o promotores a cumplir con las normas para evitar sanciones administrativas.