San Martín de Porres fue un fraile nacido en el Virreinato del Perú de la orden de los dominicos, que se convirtió en el primer santo mulato de América por lo milagros que le fueron atribuidos y la manera cómo profesó su fe.
De todas las virtudes que tenía, sobresalía la generosidad, ya que siempre ponía a los demás por delante de sus propias necesidades. Además, se caracterizaba por ser una persona muy sencilla que siempre usó un simple hábito y cuando una vez el Prior lo obligó a recibir uno nuevo, él contestó: “pues con este me han de enterrar”, y así fue.
Asimismo, se le reputó control sobre la naturaleza, ya que las plantas que sembraba germinaban antes de tiempo y toda clase de animales atendían a sus mandatos. Uno de los episodios más conocidos de su vida es que hacía comer del mismo plato a un perro, un ratón y un gato en completa armonía.
Debido a la veneración que la gente le tiene al “santo de la escoba”, por ser representando con este objeto en la mano como símbolo de humildad, te contamos por qué su festividad en el santoral católico se conmemora cada 3 de noviembre.
¿Por qué san martín de porres es celebrado el 3 de noviembre?
La celebración en honor a San Martín de Porres el 3 de noviembre de cada año se realiza conmemorando su muerte en 1639, casi a la edad de 60 años.
En aquel tiempo, él cayó enfermo y anunció que había llegado la hora de encontrarse con el Señor, causando gran tristeza a sus seguidores de diversos estratos sociales. Incluso, el virrey Luis Jerónimo Fernández de Cabrera y Bobadilla fue a besarle la mano cuando se encontraba en su lecho de muerte pidiéndole que velara por él desde el cielo.
Al ver a todos a su alrededor, pidió que rezaran en voz alta el Credo y mientras lo hacían, falleció a las 9 de la noche en Lima. En la actualidad, sus restos descansan en la Basílica y Convento de Santo Domingo, junto a los restos de Santa Rosa de Lima y San Juan Macías en el denominado “Altar de los Santos de Perú”.
Fuente: Diario El Comercio