Petroperú va generando un gasto al país de S/. 9,000 millones (US$2,250 millones) en lo que va del año, y todo apunta a un problema en la petrolera: desconfianza y problemas para comprar combustible, los mismos que han hecho necesario que el Gobierno le arroje nuevamente un salvavidas a la compañía para evitar el desabastecimiento de combustible.
La ayuda consiste en un decreto de urgencia que permitirá a la empresa estatal recibir S/4,000 millones (US$1,000 millones) para ponerse al día con los pagos a sus proveedores. Además, la norma también aprueba una garantía del gobierno nacional para que esta pueda endeudarse por US$500 millones para así poder comprar el combustible.
Sin embargo, el financiamiento llega con una serie de compromisos que se le exigirán a la petrolera para fortalecer su gobernanza, institucionalidad y situación financiera. Uno de ellos consiste en un plazo de 90 días para que contrate a una consultora internacional especializada para elaborar un plan de reestructuración para “reforzar la gobernanza y sostenibilidad financiera”, el mismo que debería presentarse, a más tardar, el 31 de julio del siguiente año.
Además, la empresa tendrá 30 días hábiles para presentar ante la Junta General de Accionistas un compromiso escrito que garantice el abastecimiento de combustibles. De similar forma tendrá 11 meses para modificar su estatuto social para “reforzar los principios de buen gobierno corporativo” según los lineamientos del Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial (Fonafe).
Entre otros aspectos, también se llama a la compañía a que, en no más de 12 meses, realice “la valorización de la empresa y acciones preparatorias para una oferta pública de acciones” en el marco de la ley que declara de necesidad pública el Proyecto de la Modernización de la Refinería de Talara.