Escribe: Alex Vargas / Imagen: Carlín
Publicaciones como ésta solo refuerzan prejuicios y estigmas como «pobre bueno y rico malo» . No se trata de enfrentar ricos contra pobres, ese extremismo ideológico es dañino para la sociedad.
No niego que muchos hayan llenado sus bolsillos con la corrupción, pero esa mala praxis no es exclusiva de los ricos, lo vemos en todos los sistemas y estratos sociales desde el niño que roba un lápiz, o aquél que vende su sitio en la cola para recargar oxígeno medicinal (miserable), hasta ministros, congresistas, presidentes y empresarios que hacen lobbies.
Por otro lado, conozco muchísima gente decente que ha salido de la pobreza con su esfuerzo, dedicación y ayudando a otros incluso. Son los valores de una persona los que la definen más allá de su inclinación en tal o cual modelo económico.
Dicho esto, seguro pensarán que apoyo a Keiko, falso. Nunca le daría mi voto a la corrupción y todo lo que encarna esa alternativa, y sé que la propuesta radical y estatista de Castillo es nefasta para el país, pero también entiendo que no prosperará porque no tiene los votos en el Congreso y porque éste lo podría vacar sin ningún problema si patea el tablero. En ese sentido, habría un mejor equilibrio de poderes a diferencia de la otra opción que lo coparía todo (la memoria no falla).
Por eso, veo que Castillo es el mal menor sin entrar en el falso dilema de ricos contra pobres y viceversa.