La fiscal de la Nación y sus subordinados más cercanos han gritado a los cuatro vientos –en reiteradas oportunidades– que su independencia está más que asegurada. Lamentablemente, los hechos no confirman tal afirmación.
Han pasado más de 48 horas desde la revelación de Cuarto poder en que se registra en imágenes la existencia de un despacho clandestino utilizado por el mandatario, y el Ministerio Público sigue dejando pasar un tiempo fundamental para la investigación, pero muy oportuno para los implicados.
Hace ocho años, a primera hora del 13 de noviembre de 2013, se publicó en el diario El Comercio un reportaje que revelaba que las casas del exoperador de Vladimiro Montesinos, Óscar López Meneses, gozaban de un ilegal y abundante resguardo policial. Ante la presión de la prensa, dejando pasar un día, el 14 de noviembre, una fiscal del despacho anticorrupción allanó los domicilios del personaje en cuestión. En esos tiempos el Ministerio Público hacía el esfuerzo por mostrarse independiente del poder político. Hoy, en 2021, ya nadie disimula.
Ni la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, ni su fiscal superior coordinador del sistema anticorrupción, Omar Tello, han movido un dedo para que sus subalternos intervengan la casa del pasaje Sarratea en Breña, en donde a todas luces se han producido reuniones sospechosas e ilegales y se ha visto, incluso, ingresar a un personaje cargando un bolso extrañamente regordete.
Fuente: Perú21