En el año 2003, el mundo del cine fue testigo del lanzamiento de la película ‘La pasión de Cristo’, un rodaje dirigido por Mel Gibson. La esperada cinta, rápidamente se convirtió en un tema de debate global.
La película que relata las últimas 12 horas de la vida de Jesucristo, no solo capturó la atención del público por su impactante narrativa visual, sino también por la controversia que generó en el Vaticano.
La reacción del Vaticano ante la cinta de Mel Gibson fue compleja y ambigua. Inicialmente, se reportó que el papa Juan Pablo II había elogiado la obra con la frase «Es como fue». Esto generó que se cree una aparente aprobación papal al filme. Sin embargo, esta afirmación fue posteriormente matizada y cuestionada por portavoces del Vaticano, lo que añadió una capa de misterio y debate en torno a la cinta de Mel Gibson.
¿Qué pasó en el Vaticano con la película ‘La pasión de Cristo’?
La relación entre ‘La pasión de Cristo’ y el Vaticano se tiñó de controversia cuando se alegó que el papa Juan Pablo II había dado su bendición a la película. A pesar que esta afirmación inicialmente pareció encumbrar la obra de Gibson, el Vaticano más tarde se retractó parcialmente y negó que el papa hubiera hecho tal comentario.
Esa ambigüedad generó un debate sobre la posición oficial de la Iglesia Católica respecto a la cinta, en medio de acusaciones de antisemitismo y discusiones sobre su fidelidad a los textos bíblicos.
¿La película se apegó a la realidad de los Evangelios?
Una de las principales críticas que recibió ‘La pasión de Cristo’ fue su supuesta falta de fidelidad a los Evangelios. Detractores argumentaron que la película exageraba la violencia y presentaba una visión sesgada de los eventos que llevaron a la crucifixión de Jesús.
La trama de ‘La pasión de Cristo’
Esta película se centra en las últimas 12 horas de la vida de Jesucristo, que empieza con la oración en el Huerto de Getsemaní, que culmina con su crucifixión y muerte en el Gólgota. La película destaca por su crudeza al retratar el sufrimiento físico y espiritual de Jesús, así como por la utilización de idiomas originales como el arameo, el latín y el hebreo, lo que añade autenticidad a la narrativa.