Luego del débil dinamismo registrado en la primera mitad del 2022, la inversión privada cayó 0.8% en el tercer trimestre de 2022, el resultado más bajo desde el último trimestre de 2020, en medio de las restricciones por la pandemia. Este retroceso obedece, según el Instituto Peruano de Economía (IPE), principalmente, a la menor ejecución de proyectos del sector minero.
Y es que las inversiones del sector mostraron una caída de 12.5% respecto al tercer trimestre de 2021 por la finalización de obras en Quellaveco, que inició su etapa de producción desde septiembre de 2022 y, con ello, redujo sus inversiones vinculadas a infraestructura y equipamiento minero. Sin considerar la caída de Quellaveco, la inversión privada hubiese crecido 0.2% en el tercer trimestre del año.
La contracción del sector fue parcialmente contrarrestada por el avance de la inversión no minera, que registró un crecimiento anual de 0.8% en el tercer trimestre de 2022, principalmente, reflejado en la recuperación del volumen de importación de bienes de capital sin materiales de construcción ni celulares, que creció 1.1% entre julio y setiembre de 2022 luego de caer 7.0% en el trimestre previo.
Para este cuarto trimestre, el IPE anticipa que la inversión privada continuaría en terreno negativo y registraría una contracción anual de 2.0%, ante la finalización de proyectos de gran envergadura – como Quellaveco – en el sector minero.
Por su parte, la inversión no minera continuará mostrando un avance anual por debajo del 1.0% como resultado del persistente clima de incertidumbre política que ha llevado a la confianza empresarial a acumular 19 meses consecutivos en terreno pesimista. Con este resultado, la inversión privada registraría finalmente una caída de 0.5% en el 2022.