Las empresas del sector eléctrico de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) presentaron la campaña “Energía que Transforma”.
El servicio eléctrico en el Perú experimentó un impulso significativo gracias a dos fechas clave. La primera de ellas fue en 1992, con la promulgación de la Ley de Concesiones Eléctricas, la cual permitió la participación de la inversión privada en el desarrollo de la infraestructura del sector. La segunda fecha relevante fue en 2006, con la Ley para asegurar el desarrollo eficiente de la generación eléctrica, que propició mayores inversiones en los tres subsectores.
Estos cambios facilitaron la entrada de nuevos operadores en los ámbitos de generación, transmisión y distribución, generando inversiones por más de US $29,350 millones entre 1990 y 2021, lo cual contribuyó a la modernización del sector eléctrico. Si en 1994 tan solo el 66.1% de los hogares tenían acceso a energía eléctrica, en la actualidad esta cifra ha alcanzado el 96%. El mayor progreso se observa en los hogares rurales, ya que en 1993 solo el 7.7% contaba con energía eléctrica, mientras que, en la actualidad, gracias al trabajo conjunto del sector privado y el Estado, más del 80% tiene acceso a este servicio.
Uno de los cambios más significativos de los últimos 30 años ha sido la revisión de las tarifas eléctricas, las cuales anteriormente no se establecen con criterios técnicos. Como resultado, solo cubrían el 40% de los costos reales del servicio, mientras que el restante 60% era subsidiado por el Estado. Además, la calidad del servicio era deficiente y los costos eran elevados. En la actualidad, en cambio, las tarifas pagadas por los usuarios sirven para cubrir los costos de todo el sector, lo cual ha permitido una mayor eficiencia y sostenibilidad.
El compromiso del sector eléctrico, en su conjunto, es claro: brindar el servicio eléctrico a un millón de peruanos que aún carecen de él, fomentar la diversificación de la matriz energética, modernizar las redes para mejorar la calidad del servicio y, de este modo, promover el desarrollo de nuevas actividades económicas. Además, se busca trabajar en colaboración entre las empresas y el Estado para lograr una transición energética basada en criterios técnicos y aprovechando todos los recursos disponibles en el país.