En el último reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) de este 2022, hubo 432 000 empleos en el Perú más que el 2019, año prepandemia cuando el nuevo coronavirus todavía no provocaba la pérdida del 13 % de puestos de trabajo. Sin embargo, de cada 10 trabajadores, solo 2 son formales, el resto de los peruanos se gana la vida con empleos donde no completan una jornada laboral de 8 horas ni consiguen una remuneración mínima vital equivalente a S/. 1,025.
Para el economista del Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade) Miguel Jaramillo, el empleo formal se frenó porque no hubo crecimiento de la inversión privada a causa de la incertidumbre económica.
“¿Por qué las empresas no quieren contratar formalmente?, yo creo que son dos factores: uno es el entorno para la inversión, es el peor que hemos tenido en las últimas tres décadas, por lo tanto, no deberíamos esperar que se genere mucho empleo formal en esas condiciones; entonces la gente necesita un empleo y en ausencia de empleos formales, se generan su propio empleo o se envuelven en relaciones informales de trabajo”, precisó.
Cuando crece la manufactura, también crece el PBI, mucho más que sectores que son de servicios, restaurantes, comidas, alojamientos, no es que estén mal, están bien, pero lo que estamos buscando es que se reactiven aquellos sectores que dan trabajos permanentes, explica Jaramillo.
“Otro sector importante es la construcción. Yo creo que, si se impulsa la manufactura y la construcción, tenemos dos sectores que reactivan, generan más salarios y sobre todo variables importantes como es el gasto”, consideró.
Según la SNI, el salario promedio en los sectores de manufactura y construcción es de S/. 2 500, esto beneficiará a las familias afectadas por el incremento general de los precios.