La Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han coincidido en tomar acciones para la concientización sobre este delicado tema, que no excluye edad, sexo, condición social ni nacionalidad. Para este fin, se ha establecido que cada 10 de septiembre se conmemore el Día Mundial de la Prevención del Suicidio.
En opinión del Mgtr. Erick Gustavo Estrada Puicon, coordinador del Servicio Psicológico de la Universidad César Vallejo (UCV), campus Chiclayo, la pandemia producida por la COVID-19 ha ahondado esta problemática y “se ha convertido en un indicador de aumento de casos de suicidios”.
“La pandemia ha generado un alto impacto en la salud mental de las personas al ocasionar distanciamientos, pérdidas de seres queridos, cambios drásticos en la rutina, dificultades económicas, la forma como nos relacionamos con los demás y un clima de preocupación e incertidumbre”, destaca el especialista, como indicadores del aumento de casos de suicidio.
Frente a ello es importante tomar en consideración las pautas para prevenir e intervenir las conductas suicidas, según el Ministerio de Salud (Minsa):
Factores de riesgo del suicidio: Antecedentes familiares de suicidio, violencia familiar y/o en el entorno social, conducta suicida previa (intento de suicidio), enfermedad, discapacidad o dolor crónico, trastornos mentales previos y consumo de alcohol y drogas.
Factores de riesgo en tiempo de la COVID-19: El pensamiento negativo o pesimista sobre su futuro, desesperanza por pérdida de trabajo, disminución de los ingresos o inestabilidad económica, duelo por la pérdida de un ser querido, dificultades académicas o para continuar estudios, falta de apoyo social, adicciones como la ludopatía y ciberadicción y la menor posibilidad de realizar actividades recreativas y placenteras.
Asimismo, Estrada Puicon agrega que “es importante destacar que los factores de riesgo mencionados son diversas situaciones que la persona tiende a afrontar en su día a día, por lo cual es importante conocerlas e identificarlas y brindar las recomendaciones para prevenir y mejorar la calidad de vida de la persona que pueda sentirse mal”.
Factores protectores para contrarrestar los riesgos
- Sólidas relaciones personales: Aumenta la capacidad de recuperación individual.
- Cohesión social: Incentiva a desarrollar sentimientos de seguridad, compartir valores y fomentar relaciones personales estrechas y duraderas.
- Creencias religiosas o espirituales: Dan sentido y propósito en la vida.
- Prácticas positivas de afrontamiento y bienestar: Son técnicas para evitar o disminuir conflictos, relajarnos, analizar la situación desde diferentes perspectivas, confiar en nosotros mismos y en nuestras capacidades, reconocer nuestros límites y pedir ayuda.
- La estabilidad emocional y el optimismo
- Modos de vida saludable: Ayudan a tener un manejo eficaz del estrés y generar relaciones sociales sanas.
- Redes de apoyo y recursos de la comunidad: Ofrecen soporte y orientación.
Finalmente, el especialista de la UCV explica que la “importancia de concientizar a la población sobre el suicidio radica en brindar mejores lazos con las personas que pueden estar pasando momentos difíciles y no tengan el soporte para salir de ellos; la necesidad de que la vida continúe es tarea para los peruanos y del mundo”.
¿Dónde pedir ayuda?
• Ministerio de Salud: Línea 113 opción 5. Brinda orientación y consejería gratuita en salud mental. A través de ella, recibirás apoyo y soporte emocional las 24 horas del día.
• Centros de Salud Mental Comunitaria del Ministerio de Salud (Minsa).
• Teléfono ANAR Perú: 0800-2-2210. Línea confidencial y gratuita. Brinda orientación psicológica, escucha y ayuda social y legal a niñas, niños y adolescentes.