Después que una persona padeció de COVID-19, debido a los tratamientos, medicina y la propia enfermedad, el paciente termina con afecciones en diferentes órganos de su cuerpo, principalmente pulmones, corazón, riñones e hígado, por esta razón un seguimiento constante en la salud de la persona es esencial.
Los profesionales del Centro de Diagnóstico Médico por Imágenes de Argentina (CEMEDYT) hacen seguimientos a los pacientes que en su momento sufrieron de coronavirus y se recuperaron exitosamente.
Masciocchi advirtió que, usualmente, los doctores hacen seguimiento de la enfermedad hasta que el paciente ya no contagie; por lo tanto, no se sabe si la persona desarrolló otras afecciones.
“Dado que sabemos que el virus afecta varios órganos, principalmente el pulmón, el corazón y el hígado, vemos pacientes post COVID que por ejemplo terminan con fibrosis pulmonar. O algunos que padecen miocarditis, que puede afectar la cantidad de sangre bombeada al cuerpo”, reveló el especialista.
Masciocchi señaló que a un paciente que tuvo coronavirus se le necesita hacer un ecocardiograma, una prueba de cómo responde el corazón al estrés, estudios de laboratorio de glóbulos blancos y linfocitos, también un hepatograma, una tomografía de tórax, abdomen y pelvis, por último, un seguimiento constante cardiológico.
“Una persona que tuvo COVID-19 se debe realizar un chequeo completo de su salud. Y eso es algo que no puede esperar los tres meses”, aconsejó el médico, por lo que recomendó hacer las pruebas de forma periódica tras la enfermedad.
Fuente: Perú 21