El Estado perdió más de 24 mil millones de soles el año pasado debido a la corrupción, según la Contraloría de la República, es decir, 13 de cada 100 soles del presupuesto público. Con los recursos perdidos la Contraloría estima que se hubieran podido construir dos carreteras centrales, 50 hospitales equipados o más de 1,600 colegios.
«Dichos recursos habrían servido para financiar cerca de dos tercios de la brecha de inversión para el sector educación. Asimismo, en el sector de seguridad se hubiera podido cubrir el 68% de la brecha», explicó Armando Canchanya, vocero de la Contraloría. La corrupción impacta especialmente a los más pobres, pues son ellos quienes destinan una mayor parte de sus ingresos para acceder a servicios básicos.
El economista del Instituto Peruano de Economía (IPE), Víctor Fuentes, precisa cómo es que la corrupción impide el cierre de las brechas sociales, afectando en mayor medida a los más vulnerables.
«Un hospital público que no cuenta con los equipos en óptimas condiciones producto de los contratos fraudulentos, obliga a pagar a los pacientes pagar exámenes en instituciones privadas, que de otra manera deberían ser gratuitos en los hospitales», sostuvo.