En el 2023, la tasa de pobreza en el Perú se incrementó a 29.0%, acumulando dos años de aumentos consecutivos y ubicándose en niveles muy cercanos a los alcanzados durante la pandemia del 2020 (30.1%). Al respecto, el Instituto Peruano de Economía (IPE) refiere que «reducir la pobreza del 2023 a los niveles del 2019 tomaría dos décadas si el crecimiento económico se estanca en 3%».
Los resultados ponen en evidencia los efectos que tuvieron los continuos choques adversos que experimentó la economía peruana a lo largo del año pasado. Estos iniciaron con el periodo de alta conflictividad social que afectó persistentemente a la inversión privada en el inicio del año, y se prolongó con los choques climáticos que perjudicaron en mayor medida a la actividad agrícola y pesca industrial en el resto del 2023.
Ante ello, el IPE menciona: “La reducción de la pobreza a los niveles alcanzados previo a la pandemia requiere de un entorno favorable para la inversión privada que permita mayor crecimiento económico, crear mejores empleos y, con ello, que las familias obtengan mayores ingresos”. Además, agrega que este escenario exige la adopción de políticas y acciones concretas que faciliten la ejecución de proyectos de inversión de mayor envergadura que se encuentran paralizados en ámbitos como minería, gas, irrigación e infraestructura.