Si bien la mayoría de las informaciones relacionadas a la ciencia giran en torno a la pandemia de la COVID-19, enfermedades como el cáncer siguen incrementando sus cifras de diagnósticos positivos y fallecimientos.
De ellos, el cáncer de mama es la neoplasia más frecuente en las mujeres peruanas. Solo en el 2020, en el Perú se registraron 6860 nuevos casos, de acuerdo al estudio GLOBOCAN de la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud.
Señales de alerta del cáncer de mama
Milagros Amorín, cirujana oncóloga de la Liga Contra el Cáncer, sostuvo que una de cada 8 mujeres desarrollarán cáncer de mama a lo largo de su vida. “Un tumor que se diagnostica a tiempo puede tener curación del 98% de los casos”. La especialista afirma que la clave es “detectar a tiempo los signos de alerta”.
“El cáncer de mama varía de acuerdo a cada persona, algunos incluso pueden no presentar ningún síntoma. Algunas de las señales de advertencia son la presencia de un bulto de reciente aparición en la mama o en la axila, normalmente estos no provocan dolor”, comentó.
Amorín mencionó que, además, también resaltan el aumento del grosor de la piel o del pezón y el enrojecimiento de la mama. Enumera también la presencia de hundimientos que pueden encontrarse en la piel o el pezón.
“También puede existir dolor, aunque éste no es característico de la enfermedad. Estos signos se pueden dar tanto en mujeres como en varones. Hay que tener en cuenta que también podrían presentarse en otras enfermedades distintas al cáncer, por eso es importante acudir a un especialista para descartar y poder tener el tratamiento adecuado”, añadió.
La obstetra Katia Vargas, directora especialista de la carrera de Obstetricia de la UPN, comentó que «detectar a tiempo nos garantiza que los médicos puedan tomar acciones oportunas aumentando la probabilidad de mejora y recuperación del cáncer de mama».
“Debemos estar alertas a los siguientes signos: aparición de un nudo, bulto que podría palparse y/o visualizarse en la zona de la mama o axila, podría existir un engrosamiento, hinchazón en alguna zona de la mamá, cambios en la textura, color, forma, pudiendo tener un aspecto irregular (piel de naranja), secreción anormal ( sangre, líquido), hundimiento del pezón, dolor”, mencionó.
En la misma línea, Mirian Rojas, decana del Colegio de Obstetras de Lima y Callao y vocera de la campaña “Terapia de Pareja”, resaltó que los signos de alerta se visualizan cuando el cáncer está avanzado, “porque hay que reconocer que al principio el cáncer no produce ningún síntoma, ni tampoco molestia”.
“Lo que vamos a observar es una retracción en el pezón, hundimiento de este, piel de naranja en la mama, secreción sanguinolenta que sale del mismo pezón. En los ganglios de las axilas, encontraremos por una inflamación pequeños bultos a raíz de una patología mamaria y nunca hay dolor. En los varones, la presencia de los signos de alarma son los mismos”, mencionó.
Factores de riesgo
La cirujana oncóloga Milagros Amorín sostuvo que uno de los factores de riesgo del cáncer de mama es la edad: “a mayor edad, hay mayor riesgo”. “Sin embargo, un 10 % de los tumores que se diagnostican son a mujeres menores de 40 años. La máxima incidencia está por encima de los 50 años”, añadió.
Otro factor de riesgo, comentó la especialista, es un cáncer de mama anterior, es decir, mujeres que han tenido cáncer de mama previo, tienen mayor riesgo de padecer cáncer de mama.
“1 0% de todos los cánceres de mama son de origen hereditario, es decir, provocados por genes anormales que se transmiten de padres a hijos. En concreto, la mutación en los genes BRAC. […] El estudio genético se indica cuando existen antecedentes de cáncer de mama en tres o más familiares que sean directos y tengan antecedente de cáncer de mama, especialmente si se trata de mamá, hermana o hija”, añadió.
La obstetra Katia Vargas refirió que el cáncer de mama es “multifactorial”. “El factor hereditario es muy importante, sobre todo si hay antecedentes familiares de cáncer de mama o cáncer de ovario, factores genéticos, menstruar antes de los 12 y una menopausia pasado los 55 años, suele ser un factor predisponente dado que hay mayor exposición hormonal, tratamientos hormonales combinados estrógenos/ progesterona en la menopausia, obesidad, tabaquismo, consumo de alcohol, haber padecido cáncer de mama (aumenta la susceptibilidad de tener la enfermedad otra vez), tratamientos previos con radioterapia, no amamantar, entre otros”, agregó.
La obstetra Mirian Rojas resaltó que hay factores de riesgo que no son modificables como la edad, haber iniciado el periodo menstrual a temprana edad o familiares cercanos que hayan tenido cáncer de mama.
“Asimismo, están los factores que sí podemos modificar como son el sobrepeso, la obesidad, el sedentarismo, el consumo de alcohol, el consumo de tabaco, el uso de hormonas sin evaluación o sin monitoreo de un profesional de salud, ya sea para planificar la familia o por una terapia hormonal de reemplazo como parte de un tratamiento de una mujer climatérica. Estos factores si son modificables y está en nosotros hacerlo”, mencionó.
En el caso de los hombres, comenta Rojas, el cáncer de mama es “una enfermedad poco frecuente y de baja incidencia; representando aproximadamente el 1% del total de los diagnósticos realizados cada año”.
“El cáncer de mama afecta a un hombre por cada 100 mujeres. Existen factores de riesgo que podrían aumentar la probabilidad de que un hombre presente cáncer de mama, como: antecedentes familiares o alteraciones genéticas, se estima que un 15 a 20 % de pacientes masculinos tienen antecedentes familiares de cáncer de mama; afecciones que afectan a los testículos, enfermedades hepáticas, el sobrepeso y la obesidad”, añadió.
Prevención del cáncer de mama
La cirujana Amorín comentó que “toda mujer desde los 40 años debería programar una cita, por lo menos una vez al año con un especialista para poder realizarse un chequeo de prevención”.
“Asimismo es fundamental que todas las mujeres independientemente de la edad se realicen un autoexamen mamario de manera periódica”, añadió.
Por su parte, la obstetra Vargas añadió que “los chequeos preventivos nos permiten detectar la enfermedad a tiempo y con ello aumentar considerablemente el éxito del tratamiento”.
“El autoexamen de mamas es una práctica que debería realizarse con mucha frecuencia. El acto de conocer la forma, textura, podría sensibilizar ante cualquier anormalidad en la misma y buscar un chequeo médico. Por otro lado, la mamografía es una prueba de detección precoz de cáncer de mama. Existe evidencia que este examen es indispensable para la detección y prevención de este tipo de cáncer Es un exámen rápido y de mínimo riesgo que todas las mujeres deberíamos realizarnos”, afirmó.
Vargas resaltó que las últimas investigaciones recomiendan que toda mujer debería realizarse una mamografía a partir de los 40 años.
“Pasado los 45 años, este examen debería ser anual para aquellas mujeres con riesgo normal o moderado (sin antecedentes familiares o presencia de algún signo de alarma). Por el contrario, las mujeres con antecedentes directos/ familiares deberían hacerlo antes de los 40 años con el seguimiento del médico especialista”, sostuvo.
Un tratamiento oncológico suele superar los 300 mil soles al año, dependiendo del cáncer diagnosticado. En ese sentido, Maricé Gutiérrez, experta en seguros de riesgos humanos y Head of Employee Benefits de Lockton Perú, resalta que, de acuerdo a cifras actualizadas de Globocan, el cáncer de mama es el segundo de mayor incidencia en el Perú, luego del cáncer de próstata. Gutiérrez resalta la importancia de verificar que el seguro de salud que tengamos, incluya también la cobertura para neoplasias.
“Tomemos acciones que puedan ayudar en nuestra vida: tener un seguro oncológico ayuda muchísimo a la tranquilidad mental y saber que en cualquier situación puedes contar con un respaldo económico, además, de acceder a los chequeos preventivos anuales. El chequeo preventivo nos va a ayudar a tener mayor probabilidad de detectar el cáncer en estadio temprano y con ello mayor probabilidad de vencer el cáncer y tener una cobertura integral”, comentó.
La obstetra Rojas indica que es recomendable iniciar los chequeos preventivos a los 20 años, “ya que tenemos una mama ya desarrollada”.
“Debemos inculcar a todas las mujeres que a esa edad ya deben tener su primera consulta con un especialista para una evaluación completa. Es importante que cada año una mujer acuda a un establecimiento de salud para que se haga un examen clínico por un profesional. Eso no quita que dejemos de educarnos en hacernos una autoevaluación en las mamas, eso nos va a ayudar a identificar la composición de nuestra mama. Debemos llevar un estilo de vida saludable, mantener la actividad física para que no nos lleve al sedentarismo u obesidad. Incrementar el consumo de frutas y verduras, ya que, contienen antioxidantes que ayudan a que nuestro organismo se prevenga del cáncer”, mencionó.
Rojas comentó que “el 85 % de las personas que tiene cáncer, han descubierto la enfermedad cuando está muy avanzada y es difícil recuperarse, por eso la parte preventiva es muy importante”.
Fuente: RPP Noticias