Con las elecciones de abril del 2026, más de un candidato empezará a lanzar propuestas orientadas a cambiar la Constitución, en lo que algunos expertos califican como una estrategia populista. Estas promesas, que apelan al descontento ciudadano, buscan conectar con el electorado, pero despiertan preocupación en sectores especializados, que advierten sobre su viabilidad y consecuencias a largo plazo.
Francisco Huerta, decano del Colegio de Economistas de La Libertad, alertó que este tipo de anuncios suelen surgir en contextos de fuerte inestabilidad política, como el que atraviesa actualmente el país. “Ahora van a comenzar a querer cambiar la Constitución, vamos a hacer más empresas públicas, vamos a salvar a Petroperú… son ideas que no nos llevarán a ningún lado”, declaró.
Según Huerta, estas medidas populistas pretenden soluciones rápidas que no resuelven los problemas de fondo. El economista también criticó el trasfondo de estas propuestas, señalando que detrás de ellas hay un interés por expandir el rol del Estado en la economía. “Fuera de que es un gasto innecesario la Asamblea Constituyente, el fondo de la gente que quiere cambiar la Constitución es darle más poder al Estado para meter las manos en la economía”, afirmó. Como ejemplo, mencionó el caso de Petroperú, cuya situación financiera se ha agravado pese a los intentos estatales de rescate.