El ataque que sufrió el fiscal José Domingo Pérez Gómez el 18 de marzo al salir del anexo del penal de mujeres de Chorrillos estuvo precedido por un amplio despliegue en redes a favor de la libertad de Keiko Fujimori, lo que habría creado un clima de animadversión hacia el magistrado.
Lucas Toscano Colonia, de la 3° Fiscalía Penal de Chorrillos, que investiga las agresiones contra Pérez, está evaluando si dichos mensajes pudieron desencadenar la agresión y si todo esto pudo estar organizado, señalan fuentes judiciales.
De hecho, la campaña por la libertad de Keiko solo duró las horas previas y posteriores a la diligencia programada por la Fiscalía para interrogar a Fujimori sobre los aportes de campaña que habría recibido de la constructora Odebrecht.
Una revisión en la red social Twitter permite establecer que los mensajes por la libertad de Fujimori comenzaron a las 7:00 de la mañana de ese lunes. Diversos parlamentarios fujimoristas enviaron mensajes con la etiqueta #KeikoLibertad.
La mayoría llevaba, además, la misma gráfica, con una fotografía de Keiko Fujimori. No se trataba de mensajes espontáneos. Por el contrario, todas las publicaciones parecían estar planificadas.
Muchos tuits decían «Persecución política» y «Basta de persecución política». «La única manera de exigir la libertad de Keiko es en las calles. (…) Se acabó la paciencia», escribió el congresista Héctor Becerril.
Esa mañana, dentro del penal, Keiko Fujimori se negó a declarar ante el fiscal Pérez y así lo hizo saber, también, a través de su cuenta en Twitter, antes del ingreso del magistrado.
«No voy a prestarme más al juego político de quienes no buscan la verdad, sino que actúan en función a sus odios, preferencias y excesivo afán de figuración», expresó, en un evidente desafío a la autoridad.