En un contexto de inestabilidad política y falta de visión de largo plazo, el Perú enfrenta el desafío de incorporar la inteligencia artificial (IA) y la transformación digital como motores de desarrollo. Luis Miguel Castilla, exministro de Economía y director de Videnza Instituto, advirtió: “Corremos el riesgo de desaprovechar su potencial para revertir el retroceso en productividad registrado en la última década”. Según explicó, la IA tiene el potencial de automatizar tareas repetitivas, mejorar el diagnóstico de enfermedades, personalizar contenidos educativos y optimizar sectores estratégicos como la agroindustria, al facilitar el monitoreo de cultivos, la predicción de cosechas y el uso eficiente del agua.
Para capitalizar estos beneficios, Castilla subrayó la necesidad de cerrar brechas en habilidades digitales, infraestructura y conectividad. Explicó que el Perú cuenta con menos de la mitad de los profesionales STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) por millón de habitantes que Chile (1,200 frente a 2,700), y tres veces menos empleos vinculados a IA. “Aunque se ha avanzado en conectividad a Internet, aún estamos 14 puntos porcentuales por debajo de Chile (88 %)”, precisó. Asimismo, alertó sobre la desigualdad en el acceso a formación especializada: mientras en Lima existen cursos en ciencia de datos, muchas regiones del país carecen completamente de esta oferta, lo que amplía las brechas existentes.
Castilla estimó que una adecuada gestión de la transformación digital podría elevar la productividad total de factores entre 0.4 % y 1 % anual en los próximos 10 a 20 años. Sin embargo, advirtió que esto solo será posible si se convierte en una prioridad política y se diseña un marco regulatorio adecuado. De lo contrario, el Perú podría quedar rezagado frente a economías de la región que ya avanzan con mayor decisión en sus procesos de digitalización.