El crecimiento económico del Perú ha sido destacado a nivel internacional gracias a sus sólidos fundamentos macroeconómicos y al importante incremento de sus exportaciones, que pasaron de US $35.000 millones en 2010 a más de US $71.000 millones en 2024. Este avance ha sido impulsado principalmente por las regiones del país, donde departamentos como Cusco y Madre de Dios han multiplicado significativamente sus envíos. El ministro de Economía y Finanzas, Raúl Pérez Reyes, atribuyó este progreso a un modelo económico centrado en la inversión privada, que ha diversificado la economía más allá de la minería y ha consolidado al Perú como un país también agroexportador.
No obstante, el ministro advirtió que el crecimiento ha generado demandas sociales que han derivado en un exceso de regulaciones, muchas de las cuales han terminado por ralentizar la inversión. En respuesta, el gobierno está impulsando un paquete de medidas de desregulación, que incluye la eliminación de barreras burocráticas y la simplificación de trámites, como la exoneración de nuevos Estudios de Impacto Ambiental cuando ya existen proyectos en marcha. Esta estrategia busca restablecer la agilidad del entorno empresarial sin comprometer el interés público.
Además, Pérez Reyes subrayó la importancia de contar con una política industrial orientada a sectores con potencial de crecimiento, como los textiles, la metalmecánica o la transportación. También respaldó la creación de Zonas Económicas Especiales Privadas (ZEEP), aunque advirtió que su diseño debe evitar conflictos con tratados internacionales. Estas zonas, al ofrecer incentivos tributarios graduales, podrían atraer inversiones estratégicas, especialmente en puertos clave como Chancay y el Callao, y dinamizar aún más la economía nacional.